Si tradicionalmente las carreras tecnológicas se han asociado mayoritariamente a hombres, en el sector minero este estereotipo es aún más acusado, y es que la figura de la mujer que se pone el casco y el chaleco para ir a la cantera apenas tiene lugar en el imaginario popular. ¿Hay mujeres que forman parte y ayudan a impulsar el sector minero? ¿Hay discriminación sexista en minas y canteras? Cuatro voces nos resuelven esas dudas, cuatro voces diferentes pero con dos cosas en común: por una parte, son voces femeninas y por otra, son mineras.

Ellas son Elena Alonso, directora de la Escuela de Ingeniería de Minas y Energía de la Universidad de Vigo; Luisa Álvarez, fundadora de Pedra Ingeniería y directora facultativa de varias explotaciones gallegas; Mónica Rodríguez, administradora única de Blokdegal y María Vázquez, técnica en la Cámara Oficial Mineira de Galicia.

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El porcentaje de mujeres mineras en Galicia

Tomando como referencia el último estudio del Ministerio de Industria, en el año 2016 había 3.770 personas trabajando en el sector extractivo gallego, de las cuales tan solo el 10,2% eran mujeres. Una cifra realmente baja, pero que es necesario desgranar para llegar a comprender el panorama actual: mientras que en cargos administrativos este porcentaje asciende al 45%, en el trabajo directo en cantera no llega ni al 1%, habiendo tan solo 15 mujeres frente a 1.617 hombres ocupando este tipo de puestos.

En cargos directivos o de personal titulado, de un total de 231, 33 son mujeres, y entre ellas podemos contar a Mónica Rodríguez o Luisa Álvarez Ambas, pese a la posición minoritaria de la mujer en el sector minero, hacen referencia a que siempre se han sentido integradas con sus colegas masculinos y que en muy pocas ocasiones se han visto limitadas o juzgadas por cuestiones sexistas. “En la carrera ya éramos pocas mujeres, así que de alguna manera te acostumbras a que sea así”, comenta Luisa. “Yo me considero integrada, nunca he percibido que me hayan dejado de encargar un trabajo por ser mujer”, añade. De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Vigo sobre el perfil de egresadas de la titulación de Ingeniería de Minas realizado sobre las promociones que van de 1997 a 2013 señala que el 84,42% de las egresadas se encuentra trabajando en la actualidad, lo que supone una tasa de desempleo muy inferior a las habitualmente publicadas por el INE sobre otros sectores.

María Vázquez, nuestra entrevistada más joven, cuenta que desde que salió de la universidad siempre ha trabajado en el sector: “Al finalizar los estudios tuve la oportunidad de realizar prácticas en una explotación subterránea que acabó por afianzar mi vocación minera. Luego realicé una beca en el sector cementero y actualmente trabajo como ingeniera de minas en la Cámara Oficial Mineira de Galicia, que me permite tener una visión global del sector minero”.

Por su parte, Luisa Álvarez se pasa la semana entre la oficina y las canteras. Y señala que la presencia de mujeres administrativas y que ocupan puestos consultivos es relativamente alta, sin embargo en las explotaciones la mayoría de los trabajadores son hombres.

Mónica Rodríguez, administradora única de Blokdegal, también explica que en su oficina la mayoría son mujeres, mientras que la plantilla de la cantera está formada al 100% por hombres. Sin embargo, es optimista y opina que gracias a un trabajo cada vez más mecanizado y que no requiere de fuerza bruta, las mujeres pueden acceder hoy en día a cualquier puesto.

Rodríguez también señala que siempre tuvo la vocación de trabajar en este sector, ya que su actual empresa pertenecía a su padre y desde pequeña creció en este entorno: “Al igual que la mayoría de explotaciones gallegas, tiene un carácter familiar, por eso cada vez hay más mujeres que al cambiar de generación pasan a ser administradoras”. Y bromea diciendo que ha tenido cierta ‘discriminación positiva’ a la hora de acudir a congresos: “En este tipo de eventos conoces a muchos contactos que luego olvidas, a mí por el hecho de ser una de las pocas mujeres, siempre me acaban recordando”. También nos comenta que donde ha podido notar sexismo ha sido en la publicidad que las empresas emplean en estos eventos, que usan a la mujer para promocionar sus productos, pero que se trata de algo que queda cada vez más atrás.

Las universitarias y el sector minero

Para analizar la falta de trabajadoras en el sector minero hay que remontarse al ámbito académico. María Vázquez nos cuenta que en su promoción eran aproximadamente un 30% de mujeres y un 70% de hombres: “Esto hace que, en el mundo laboral, la diferencia entre el número de mujeres y de hombres sea bastante acusada, especialmente en trabajos técnicos de campo”. Sin embargo, hace hincapié en que pese a esta diferencia, nunca se sintió desplazada por ser mujer, algo que continuó al entrar en el mundo laboral.

Por otra parte, Elena Alonso, ingeniera de minas y actual directora de la Escuela de Minas y Energía de la Universidad de Vigo, lleva toda su vida en el entorno académico y de investigación. Comenta que la Universidad es posiblemente uno de los ámbitos más igualitarios que hay en la sociedad, aunque haya datos que evidencian que esta igualdad no es completamente efectiva, por ejemplo, el bajo porcentaje de mujeres que ocupan puestos de responsabilidad en las universidades. Pero apunta que “todo pasa por educación, información y formación. Es muy importante proporcionar datos y evidencias que permitan identificar las desigualdades. Porque ser consciente de que hay un problema y que todos lo identifiquemos y asumamos es condición necesaria para abordar su solución”.

Elena Alonso también nos aporta datos sobre las matriculaciones remitiéndose al estudio de la Escuela de Ingeniería de Minas y Energías: “El porcentaje de mujeres que se matriculan en la titulación es aproximadamente la tercera parte del total, dato similar al resto de las ingenierías”. Este porcentaje hace que se pierda la posibilidad de incorporar en el sector la aportación de las mujeres, por lo que la industria minera está perdiendo talento.

El futuro de la profesión y de las mujeres

¿Por qué no hay más mujeres interesadas en el sector minero? Para Elena Alonso está claro que no es una cuestión de capacidades: “Los datos revelan que la mayoría de las niñas tienen mejores notas en matemáticas en los estudios de Primaria y Secundaria, por lo que no hay ninguna razón objetiva para que luego no continúen con éxito sus estudios en estos ámbitos”. Alonso trata de poner soluciones sobre la mesa: “Ahora mismo se están planteando actividades, iniciativas y políticas que tienen como objetivo trabajar en esta línea, aunque para la mayor parte de ellas se verán los resultados a largo plazo. Cabe destacar las iniciativas para fomentar la vocación a niñas y jóvenes en los estudios STEM (Ciencias, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas, en sus siglas en inglés)”. Tanto ella como las demás entrevistadas coinciden en este punto, se trata de una cuestión de estereotipos.

“En los propios anuncios de juguetes no vemos a niñas pilotando un dumper ni una retroexcavadora”, nos comenta María Vázquez, que además resalta que el sector minero, pese a la importancia que tiene, es muy poco conocido en general y los niños no tienen acceso a él.

La experiencia de Luisa Álvarez pone de manifiesto este desconocimiento por parte de la sociedad: “La figura del profesional de la ingeniería de minas ya está bastante estereotipada y más para las mujeres. Yo misma lo viví cuando iba a estudiar”. En su entorno le decían que ya no quedaban minas y no entendían cómo iba a estudiar esa carrera, un claro ejemplo del desconocimiento que existe en torno al sector minero y a la figura de la mujer en él.

Y realmente puede que la falta de referentes femeninos en el sector minero sea el principal motivo por el que las chicas no solo no escogen esta carrera, sino que ni tan siquiera la barajan como una opción. Por fortuna, cada día se crean nuevas iniciativas como Inspira STEAM, donde 12 mujeres graduadas en ingenierías, como la propia Luisa Álvarez, transferirán a estudiantes de Primaria su experiencia.

Testimonios como los de Luisa Álvarez, Elena Alonso, María Vázquez y Mónica Rodríguez también ayudan a visibilizar y normalizar el papel de la mujer en el sector, creando modelos que abran la puerta a chicas que tendrán mucho que aportar al futuro de un sector cada vez más demandado.